(De la prensa)."Homenaje a la Constitución en la plaza de Colón de Madrid, presidida por una enorme bandera rojigualda".
No resulta homologable
el ardor con el tamaño
y conduce al desengaño
medir lo no mensurable,
por más que sea retratable
darse a la milagrería,
porque ir por esa vía
de cháchara deslenguada,
véase la vida privada,
lleva a la melancolía.
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