(Donde, tras conocer que Fraga reprocha a Aznar que
no visitara las playas afectadas por el chapapote
y que éste le contesta con una misiva pública, me noto
cierto estrés por tener que elegir entre los dos.)
Con el alma dividida
y el cerebro sin higiene
este episodio me tiene,
pues si es la murria estreñida
la que dejo malherida,
(lo cual, en sí, es un consuelo)
no soporto que el abuelo,
chascarrillero solemne,
se pueda escapar indemne
a una memoria sin celo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario