(Donde se execra, desde la impotencia crítica, a Bush por incrementar el gasto militar americano a costa de un recorte en el gasto social.)
Nada para mantequilla,
lo que haga falta en cañones,
que las fuertes emociones
bendecidas en capilla
alegran a mi pandilla
asustando al enemigo;
y las sobras, buen amigo,
las reparto sabiamente
moderando al maldiciente
y callando algún testigo.
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