(Donde se acude a Thomas De Quincey para explicar un curioso
fenómeno financiero.)
Recuerdo aquella burbuja
que me resultó tan perra
pues me animé a comprar Terra
acción milagrosa y bruja
que me llevó en ciega puja,
altanera y avarienta,
a pagar ciento cincuenta,
para que, años después,
me digan que sólo tres
me devuelverán en cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario