miércoles, julio 02, 2008

La sandía y la viagra



(Soneto)

A veces recurrir a la botánica
cuando se habita rústico paraje
permite sucedáneo del viagraje
si a la sandía das pasión volcánica.

Caliente el sol la fruta tan hispánica,
practíquese orificio bien salvaje
que sirva a nuestro prota de hospedaje
y adelante y atrás, pura mecánica.

¡Qué goce veraniego y optimista
da el frote de la pulpa, tan exacto!
Sectarios de este polvo naturista
alaban lo suave que es el tacto
del laxo y cruel espárrago turista
con el redondo y cálido artefacto.

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