
¡Qué tiempos del clergymán
de aquél majo cura obrero!
Hoy se vuelve a lo hechicero,
catedralicio y chamán,
y a ser de Hollywood fan
con su miajita de ansia,
pero aquí, en Chipre, o Francia.
(guarden rojos sus pesares)
al cardenal Cañizares
nadie gana en elegancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario