viernes, noviembre 27, 2009

El obispo Munilla


Cura roucoso, Munilla,
a la ciudad de Donostia
viene a predicar, ¡la hostia!,
desde su mitrada silla,
y muy pronto se le pilla,
pues sobre un tema candente
pontifica lo inocente,
sabiendo cómo su panda
en el verdor de la Irlanda
usó la función docente.

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