Que el Honorable de Iznájah
una manifa, no más,
recorra con Artur Mas,
porque el mentado baraja
del notario irse de naja
y, si hay cosecha en otoño,
solicitar matrimoño
a Rajoy, gran partidario
de un Estatut cavernario
con su oso y su madroño.
Estos la ven casi llena,
aquellos, casi vacía
(depende la cofradía);
unos exhiben la pena
a otros le joden la cena;
unos, copa de veneno
y otros, cabreo checheno;
y todos qué hay de lo mío,
sin llegar el vino al río
en este debate ameno.
¿Saben, acaso, Panero,
Bousoño y Ángel González,
Ridruejo, Alonso, Rosales,
Goytisolo y Blas de Otero,
Celaya, poeta ibero,
Hierro y José Ángel Valente
que la forastera gente
en el pisito-patera
apilan en la nevera
sus libros, naturalmente?
Esa monja de convento
cantada ya por Zorrilla
que en el centro de Sevilla
fabrica sin desaliento
(y sin sexto mandamiento)
en régimen de clausura
una santa confitura
y pasteles para el cielo,
por su toca para el pelo
¿no es digna de la censura?
Noto que falta un detalle
al tratar de la cuestión
de la gruesa coalición
que desmientes por la calle
con petulancia y engalle:
por lo visto y por lo oído
durante el junio florido,
aparte del tal Arenas
y las tertulias amenas,
¿quién coño te la ha pedido?
Veamos toda la panda:
tras Soriano está Yolanda,
tras Yolanda está Gamón,
detrás de Gamón, González
y detrás del Nacho sales
tú, pobre sin remisión,
de Bombay la exhalación,
la filántropa de roucos,
la buscadora de focos
e imán de las alcachofas,
la que entre befas y mofas
mañana tendrá sofocos.
A un congreso de beatos
durante el año que viene
doña Esperanza subviene
con fondas, economatos,
transportes gratis y gratos,
botellones apostólicos,
hospitales para cólicos
y, sabiendo que el calor
inclina al sano picor,
parques de gozos diabólicos.
Si te ves en desalojos
y condenan tu consumo,
si quieren quitarte el humo
con fotos de tus despojos,
si ya no ciegan tus ojos
el Ducados o el Marlboro
en baretos sin aforo,
masculla por lo bajini
que la culpa es de la Trini
y el salutífero coro.
Tal como un negro agujero,
España-Honduras se traga
la global crisis aciaga,
a Rajoy filibustero
idólatra del obrero,
al Catalán Estatuto
(dictamen Radio Macuto),
a Zetapé sin mudanza,
y al PP, que no se cansa
de buscarle un sustituto.
Ojalá se cree un clima
que facilite un acuerdo
del abertzalismo izquierdo
tan tocado en su autoestima,
y se sacudan de encima
a ETA, que les controla
con principios de escayola,
mas los veo sin gana mucha
de subirles la capucha
y quitarles la pistola.
El lunes sale marxista,
toca el martes la bocina,
cada miércoles opina
con eructos de taxista,
usa del punto de vista
el jueves del extranjero
y en plan patriota primero
cada viernes suelta un bulo,
sábado de mítin chulo,
y el domingo, con babero,
desayuna con sondeo
y luego misa y garbeo.
Sin meterse en más honduras
político-futboleras
buscan ciertas posaderas
si perdemos con Honduras
los de las derechas duras,
pues, si Villa no es certero
o con Sara Carbonero
Casillas no está seguro,
ya preparan el conjuro:
el culpable es Zapatero.
Hoy el objeto redondo
te rodea por doquier;
nada puede suceder
que te ponga más cachondo,
y, aunque el pozo sea muy hondo
y la realidad sea coja,
que el españolito escoja
lo que la crisis demanda:
colocarse una bufanda
y gritar ¡Viva La Roja!
Quítate el burka, PP,
no seas, genovés, tan pillo,
muestra tu oculto cuchillo,
dínos dónde, cuánto, qué
de nuestra España y olé
cortarás sin padecer
cuando alcances el poder,
pues nos sirve de consuelo
ver lo que hay tras tu velo
en tiempos de descreer.
Por fin existe un Partido
fiel a los trabajadores,
el mejor de los mejores,
el faro del oprimido,
el que sube la libido
a la fracción insurrecta,
el de la línea correcta,
pura, sin ambigüedad,
que una Nueva Sociedad
en su Utopía proyecta;
el que nombra a Cospedal
secretaria general.
Desde Messi hasta Mandela,
desde Soweto a Ronaldo,
desde el chute rojigualdo
al safari con gacela,
del fútbol de la favela
al SIDA entre los negritos,
de los dramas infinitos
al febril bisnes salvaje
que ha logrado el camuflaje
de tus pobres favoritos.
El sufrido peatón
elige por días alternos
entre el cielo y los infiernos
con muy severa aflicción,
y, vista la predicción
y la detallada foto
del tsunami o maremoto,
del agujero, del cráter,
pone un manillar al váter
en vez de comprar la moto.
Los héroes del chapapote,
Fraga por su día de caza,
Cascos, de brújula laxa,
el de bodorrio y bigote,
y Rajoy, el pasmarote,
a vueltas con los hilillos,
toda esta panda de pillos
culpa del Prestige inmerso
a un capitán del Inserso,
y para la mar pelillos.
En una mansión ignota
de un paraíso fiscal
el dragón neoliberal
predice la bancarrota,
y de este designio brota
con planetaria potencia
la tentadora tendencia
a currelar como el chino,
que en el comercio vecino
se explota sin indulgencia.
No sé qué tiene la pela
en la larga peripecia
de la Santa Madre Iglesia,
porque el pío centinela
ya no ve sexo en la escuela,
con la COPE a viva voz
culpando al polvo precoz
cuando la joven aborte,
pues oye hablar del Recorte
y cae en el silencio Dios.
Cameron coge el serrucho,
Merkel la sota de bastos,
Sarkozy recorta gastos,
e Italia, por lo que escucho,
no se diferencia mucho,
mas Cospedal, española,
como la amapola, sola,
entregada al desvarío,
pretende que el rojerío
pierda el color que le mola.
Hace dos años ahora
se dio el cruel capitalismo
matarile por sí mismo
y llegó a su última hora,
más, en vez de roja aurora,
el público puede ver
cierto club de Bilderberg
en Sitges, de francachela,
curado de una viruela,
sin pinta de fenecer.
Me soplan que al tertuliano
bajaron emolumento,
y yo digo bien lo siento
que de la crisis pagano
a este ejemplar cotidiano
de saber multitemático
por recorte matemático
le escatimen sin vergüenza
el acceso a la despensa
en el mercado mediático.
"¡Nada de reforma light!"
brama Aguirre, inaugural
de piedra filosofal,
y a la veterana jai
a pesar del guirigay
se le entiende casi todo,
ya que la metomentodo
nos predice hard garlopa,
si la derechista tropa
manda en un nuevo periodo.
En época de recortes
reivindico lo evidente;
y cuando a la buena gente,
perita en estos deportes
le resbalan los importes
--por más que el importe abulta
y ni siquiera se oculta--,
mientras la crisis castiga,
perdónenme que les diga
que la gente es muy estulta.