Un tal Ruiz lleva a la ruina
a la villa de Madrid,
y no hay sibilino ardid,
ni financiera cocina,
ni esperanza convecina,
ni gordo, ni bonoloto,
que exonere al manirroto,
salvo que la moto venda
y con tristura estupenda
logre del masoca el voto.
Según cuenta Wikilí,
la Hillary tiene en lista
que Putin es un machista;
que hay un hitler iraní
está pureta el saudí,
picajoso es Sarkozy
y un rojeras Zapatero;
que Erdogan es turco fiero;
que Merkel tiene pachorra,
de Chávez, hasta la gorra,
de Aznar, que es un embustero,
y Gadafi y Berlusconi,
que lo hacen mediando money.
Con mi voto en abstención
--que mi adversario no usa,
pues lo ejerce sin excusa,
con pericia y convicción--
en acto de sumisión
y como fúnebre escudo,
cedo mi futuro --crudo--
y mi silencio --doliente--
al de mentón prominenente
y al descansado barbudo.
Por violador reincidente,
por tenernos machacados,
que nieguen a "los mercados"
con su descaro indecente
la custodia de la gente;
que a la política llegue;
que ésta salga del repliegue,
y se hostie con contundencia
tal género de violencia;
que el Estado no delegue.
Al que guarda dos perritas,
al mesócrata de turno,
al riquito taciturno,
a los pijos urbanitas
con sus letras infinitas,
al charcutero preclaro
y al pepero medio en paro,
con González Pons largando
y los mercados hablando,
os digo: lo tenéis claro.
Por calzar un premio exhibe
esta sinhueso resuelta
que ayer cantó al tigre celta,
a la charanga es proclive,
fue en secreto detective,
pone el patrimonio en venta,
con el currito se enfrenta,
lleva a la escuela al naufragio
y, si no media el sufragio,
nos hará pagar la cuenta.
¡Ay, esta rubia tacones
tan ducha en fotomatones!
Se aproxima una marea
como un designio fatal
por Irlanda y Portugal;
el planeta se caldea
con los tiros en Corea;
los mercados, sin respiro,
quieren pegarnos un tiro,
y yo me planto en el banco
demuestro que no soy manco
y mis eurazos retiro.
Si eres condón o gomita,
o máscara, o chubasquero,
funda, látex o sombrero,
camisinha, camisita,
gorro, forro o margarita;
si capote, globo o velo;
si diablo, tripa o capelo,
calcetín, jebe o vejiga,
por mucho que el Papa diga
no tenéis ganado el cielo,
porque es santo el profiláctico
sólo si hay amor elástico.
Zapatero no me paga
los marmóreos capiteles,
las arañas de Cibeles,
las Shakira y Lady Gaga,
ni la dispendiosamente maga
tunelería subyacente
que a mi séquito pudiente
le procuró tanto gozo;
y aquí estoy, en el sollozo,
con faz de doncel doliente.
Aznárdicas, dragones,
figaradas, javiarengas,
modorrajoyas, fragancias,
cospedalias, ariascañitas,
desostres, terschtulianos,
correatajes, trilliquiñuelas,
aguarri, telemadrinas,
ponsamientos, sastracampadas,
pedrojoticias, gallárnicas,
inmigralicia, santabravía.
Oh, tú, deuda matritense,
por lo que dicen que abultas
no habrá alcabalas, ni multas,
ni presupuesto circense,
que a don Alberto dispense
de explicar antes de mayo
con números, sin desmayo,
con profusión de papeles,
la morterá de Cibeles
y mil ruinas que me callo.
La diestra, en su núcleo duro,
condenó ayer con desgarro
a Horacio, por ser un guarro
del rebaño de Epicuro,
mas hoy, falta de bromuro,
se levanta de la siesta
y, al tiempo que manifiesta
sumisión al Padre Eterno,
se aposenta en el infierno
con la lengua siempre enhiesta.
Anda Rajoy todo el día
--digo dije, dije diego--
enganchado al videojuego
donde con tecnología
a los de otra geografía
mata una Croft, doña Alicia,
y lo hace con tal pericia
que llegar a campeón
delante de su afición
es la meta que acaricia.
Solemnemente le pido
a la Real Academia
que con su prestigio premia,
que este plural indebido
que de Mariano ha surgido
--en posición de yacente--
se incorpore prontamente
al famoso Diccionario,
pues este autor visionario
tal vez llegue a Presidente.
Tiene charla de casete
y un cuarto kilo de paga;
algunas veces la caga
y otras la patita mete;
tiene un piso en Albacete
y con dureza facial
lo oculta al ojo fiscal:
así se sube a la cancha
de la Castilla-La Mancha
Dolores de Cospedal.
Constituye un gran misterio
para cualquier ateo fino
lo de Dios, que es uno y trino,
pero es mayor gatuperio
que el Papa en su ministerio
desbarre con altavoz
entre el hola y el adiós,
cuando en España la gente
pasa del rollo ferviente
y a misa no va ni Dios.

Cuatro años consagrados
al vaivén estatutario
y a riñas de abecedario,
con fachosos rebotados
y genes cuatribarrados,
y en llegando los comicios
resurgen los viejos vicios,
y Artur Mas, sin más empacho,
pactará con la Camacho,
según todos los indicios.
Mando desde Constantino,
uso la cruz como pico,
a todo dios le predico
con suave pico ladino,
y al contrario jacobino
que me persigue (aunque poco,
cuando a la infancia yo toco)
le digo que Iglesia soy
que yo voto por Rajoy,
y que aquí manda un tal Rouco.
Hoy sabe Aznar, ¡dita sea!,
que el yanqui Bush era un flojo,
mientras, puta por rastrojo,
él prosigue su tarea
frente a la basca europea,
y, usando su verbo fiero,
glorifica el matadero
que fue la guerra de Irak
en directo y en flash-back,
no como ese chaquetero.
Con la cosa encuesta arriba
aun cambiando el apellido,
con Obama bien jodido
y la economía esquiva,
sin nadie que hoy le escriba
ni con nueva ortografía,
ahora la diestra porfía
y por doquiera divulga
que Zetapé no comulga
con esta verbena pía.
A esa drag queen de amarillo
de gracia Shangay Lily
por ser homo, trans o bi,
se le clava el verduguillo,
mas gasta de monaguillo
nuestro papa Benedicto
un guapo en sentido estricto
y nadie dice ni pío,
porque el de blanco, tan pío,
es el vicario de Cristo.
Un día Obama sube al cielo
en todos los noticieros;
luego le dejan en cueros,
le cuelgan todo el mochuelo
y la afición pasa al vuelo
de ser prosélita y fan
a recordarle el refrán
de sic transit gloria mundi,
porque en nuestro mapamundi
cada día va con su afán
y la vergüenza torera
es lábil y temporera.
Té moruno para Trillo,
para Aguirre, té de menta,
a Mayor, té que fermenta,
para Cospe, té rojillo,
para Alberto un té sencillo,
para Aznar el té tejano,
té negro para Mariano
porque ya dos veces pierde,
para la diestra, te verde,
y pa todos, te...rtuliano.
Gabriel León de la Riva,
el senil pederastón
Fernando Sánchez Dragón,
(con Espe tan comprensiva),
y la clerecía lasciva,
manflera o dada a la chapa,
todos esperan del Papa
con muy pía desvergüenza
para la libido intensa
el perdón que todo tapa.