sábado, febrero 26, 2011

Cunnilingus, práctica de riesgo


Detesto el pudoroso latinajo,
mi lengua reivindica dicha cosa,
bien digo lengua, lengua bulliciosa,
obrera lengua, lengua del destajo.
Tan fácil es hacerlo que un cascajo,
incapaz de blandir la quisquillosa
por alcanzar la edad menesterosa,
promueve con la móvil agasajo.
Al hilo de estos versos nada eternos
de lírica salaz y trama puerca,
confieso que a las Musas pongo cuernos,
ya que persisto en vil postura terca,
y si me lleva la sed a los infiernos,
me bajo en el pilón, que está más cerca.

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