CAMps y el pufo de la CAM

En el levantino pufo
los trajes son lo de menos,
pues va la CAM ya sin frenos
hacia la quiebra, al rebufo
de cierto CAMps, un tartufo
que hizo con hormigón,
el papado, el Ecclestone,
el velero y el Gurtel
su esperpéntico cartel
para días de votación.

Mentando a Rubalcaba

Las hienas de diente oblicuo,
los mangantones de paño,
los traficantes de daño
que rumian su verbo inicuo,
los buitres de vuelo ubicuo,
y los sapos con su baba,
por vez trigésimoctava
rivalizan por llevar
con su rítmico actuar
en andas a Rubalcaba.

El coprófago copago

Cual tumbado con lumbago
mientras se aprende el inglés,
a Rajoy Mariano ves
recetando el vil copago,
que, por hoy, es simple amago
o diestro mito coprófago;
mas, si la urna es sarcófago
y el voto no es insurgente,
hará que la pobre gente
pronto lo sienta en su esófago.

Crónica del alba

Cuando la noche ultima sus tareas
y me alarma el hostil despertador,
escucho entre el murmullo afeitador
de Buruaga beatas melopeas,
del taxista honorario, sus peleas
y su verbal aceite de ricino,
del odre de Del Olmo, viejo vino,
y de Herrera, sus lógicas farrucas,
mas me mola el dial de cierto Lucas
y voy, si no hay anuncio, hasta Francino.

La vida cotidiana

Oposición sin propuestas,
energúmenos por turnos
en aquelarres nocturnos,
don Mariano el de las siestas
como esforzado aguafiestas,
el asceta Gallardón,
Rubalcaba, machacón,
disparando sus canciones,
y aeropuertos sin aviones
del amo de Castellón.

Pesadilla de Bruselas

Si Gadafi no hinca el pico
y la batalla no pierde,
a aprenderse el Libro Verde;
asimismo reivindico
que le honren como un rico
con su dinero en resguardo,
con velinas del lombardo
o amazonas del serrallo;
y que Aznar monte a caballo
y alcen la jaima de El Pardo.

Por el botellón hacia Dios

Aciertas Rouco Varela:
es terreno de misión
el ruidoso botellón,
pues la pedo clientela
congregada en la plazuela
desde la edad más precoz,
presa de curda feroz,
extravía la cocorota
y, tras la mística pota,
hasta puede ver a Dios.

Portugal y la borrasca

Los de Moody´s desde el yate
cañonean nuestras finanzas;
la derechona, entre chanzas,
ve inevitable un rescate,
como el europeo cate
con negro ceremonial
que le espera a Portugal;
y esta patriótica basca,
sueña que esa gran borrasca
les traiga aquí un vendaval.

Oximorones

Un maratoniano cojo,
un Mariano con estrés,
un honrado genovés,
un águila sin su ojo,
un ABCdario rojo,
un templado talibán,
las orillas del Jordán,
Sancho Panza y don Quijote,
y el que de ETA es azote
y le achacan el Faisán.

Anuncios por palabras

Hoy suple la función de proxeneta
de forma tan venal como ladina
la nota telegráfica y vulpina
que inserta como anuncio la gaceta,
tocante a los asuntos de bragueta,
y, al lado de la prensa, asaz lacónica,
una internet global y protagónica
con mirada ubicua y guguelera,
mantiene el viejo oficio de trotera,
de celestina vil y mensafónica.

La cuestión libia

La útil razón se subleva
en este libio episodio
contra dos males que odio:
la beligerante leva
que la batalla conlleva
en la pública opinión,
y el fondo de la cuestión,
la existencia de un tirano
del septentrión africano
que mata a su población.

Injusticias de la vida

TEPCO es la eléctrica dueña de la central
de Fukushima, una especie de Iberdrola
japonesa.
Es de suponer que los salarios de los
directivos son parecidos
(por la mano invisible del mercado).
El presidente de Iberdrola cobra
(aproximadamente) 10 millones de euros
al año. El de TEPCO cobrará, pues, algo similar.
Sin embargo, los trabajadores que están operando en
Fukushima estos días cobran en
heuros (porque su comportamiento
es heuroico), y, además, en
metálico (radiactivo).
¿Es eso justo?

El gol de Iniesta

Usurpan el azul cielo,
el pánico ante vacío
y el mucho dinero pío
con su poder paralelo;
usurpan con el camelo
la científica respuesta
y a Bach cada día de fiesta;
y, como postrera gracia,
por condenar la eutanasia
usurpan el gol de Iniesta.

Aznar, isótopo radiactivo

A Rajoy yo le aconsejo
que, ataviado como buzo,
le refrigere el discurso
al líder del entrecejo,
al radiactivo tipejo
que le llevará a la ruina
por ladrar en cada esquina
que la cosa nuclear
es buena para tu hogar
y no huele a chamusquina.

Fukushima, mon amour

Porque aquí no hay terremotos
mi corazón no está en vilo,
y me siento muy tranquilo
pues los crueles maremotos
se dan en sitios remotos,
mas el canguelo se arrima
y el peligro se aproxima
con sus infiernos durmientes,
ya que Garoña o Cofrentes
son clones de Fukushima.

Las monjitas evasoras

De binládenes un saco
de caridad bienhechora
cierto convento atesora,
y al robárselos un caco
como caso policiaco
el hecho bien se denuncia;
pero, puesta la denuncia,
cae la grey reverenda
que si se pispa la Hacienda
hay un cambio que se anuncia,
pues la monja angelical
se hace evasora fiscal.

Plutonio en la urna

Rajoy, no des la paliza
mentando hoy al demonio,
que el puñetero plutonio
se deposita con prisa
en la piel, en la hortaliza,
y en glándulas del gañote;
no seas atómico, zote,
con el Japón que acojona,
que la urna no perdona,
¿recuerdas el chapapote?

La No Intervención

Guerra civil española,
las perspectivas, macabras,
palabras y más palabras,
saludos, discursos, trola;
ni un avión, ni una pistola
para la gente de Azaña;
y, hoy, la misma calaña
del neutralismo más tibio
se le aplica al pueblo libio
con petroquímica saña.

El metrobús

Cuando ha metido la pata,
por su querencia chulesca,
busca la diestra la gresca,
gesticula, disparata;
pero lo que más epata
no es que gritó Echeverría
que el metrobús no existía;
lo político, de nota,
lo que canta en la anecdóta
¡es que Aguirre le aplaudía!

Vistalegre

Entre negros nubarrones
de relato de Allan Poe,
la clientela del PSOE
reparte sus aflicciones
por los hispanos rincones,
pues, quizás, la Reconquista
tornada en librecambista
al poder se reintegre;
por eso no hay Vistalegre,
ni una alegría (a la vista).

Un consejo para Ruíz-Mateos

No dediques, ¡Laus Deo!,
a Botín jaculatorias,
manda cartas petitorias,
impagable Ruíz-Mateos,
o solicita un cameo
en la peli de Torrente
(aunque sea concupiscente
lo de hacerse las pajillas),
que seguro que allí pillas,
porque la ve mucha gente.

La derecha se mete a médico

Fue ayer la izquierda elegante
en un episodio grave
(no digo cual, que se sabe),
mas la diestra tertuliante,
con Hipócrates liante,
desbarra con mala baba,
ciertas dolencias agrava,
y en su insolencia debida
exagera sin medida
la fiebre de Rubalcaba.

La derecha y el oso

Es tan feroz la alegría,
tan desmedida la euforia,
que no guardan en memoria
que más de una cofradía
(de cualquier ideología
o vario credo famoso)
vendió la piel de algún oso
antes de haberlo cazado
y el plantígrado malvado
se le tornó revoltoso.

Camps, ubicuo y electoral

Camps del Bigotes mecenas,
Camps como señor murciano,
Camps eterno riojano,
Camps de sidra y quitapenas,
Camps, castellanas almenas,
Camps, cual Matas, de tarea,
Camps de ruta jacobea,
Camps, de cruzado en Melilla,
Camps, de moro de Sevilla,
y Camps como Dulcinea.

Patrimonio Nacional (I)

Hermann Tersch saca tajada,
un eructo Alfonso Ussía;
César Vidal que las pía,
y pa cosa pía, Prada;
de Antonio Burgos, cagada,
de Carlos Dávila, más;
Carmen, Carmen, la Tomás,
Isabel San Sebastián,
otra Isabel, la Durán,
y don Pío, de boom a fasc.

Diez extremos bien extremos,
diez versos en un pispás,
y otro día seguiremos.

Panfleto contra Gallardón

La misión, llegado el día
incierto y electorero,
será gritarle al procero:
se acabó tu mercancía;
abandona la alcaldía;
vete ya con viento fresco;
evítanos tus caireles,
tu remilgo versallesco,
zalamero de discurso
karaoke; fina el curso;
yanta fuera de Cibeles.

¡Que venga la Sexta Flota!

No quisiera dar la nota,
pero me siento obligado
(si Gadafi no ha palmado)
a pedir la Sexta Flota,
palabrita, palabrota,
lo cual un poco me escama,
porque si hoy manda el Obama,
cuando saliese otro Bush
pidiendo a un Cheney un cuscús,
eso me da más jindama.

Las finanzas saben latín

Bonus del capitalista;
malus para el personal;
el tontus en general
hace el pequeño accionista;
y en la financiera lista
el nullius para la Hacienda,
el plus para la prebenda,
el pus del que mete mano,
y el rictus del ciudadano
que hace el primus sin enmienda.