
TEPCO es la eléctrica dueña de la central
de Fukushima, una especie de Iberdrola
japonesa.
Es de suponer que los salarios de los
directivos son parecidos
(por la mano invisible del mercado).
El presidente de Iberdrola cobra
(aproximadamente) 10 millones de euros
al año. El de TEPCO cobrará, pues, algo similar.
Sin embargo, los trabajadores que están operando en
Fukushima estos días cobran en
heuros (porque su comportamiento
es heuroico), y, además, en
metálico (radiactivo).
¿Es eso justo?
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