Franco, sólo un militar,
las cunetas escondidas,
las culpas bien repartidas
en dos bandos a la par,
en vez de joder, jobar,
catalán, no, catañol,
muñequitos en formol,
y ya en plan evocador,
cual canción de cantautor,
a aprenderse el "Cara al Sol".
Si, de entrada, don Mariano,
hueles ves huelga general
en la usina, el arrabal,
en la guagua, el suburbano,
y en el cabreo ciudadano
por tus sociales quebrantos,
cabe pensar con espanto
en la que se viene encima
con el empleo en la sima
y el país cual camposanto.
De una calle de Sevilla
quiten a Pilar Bardem,
y saquen del almacén
del cine y la tonadilla
a una triste figurilla,
María de las Mercedes,
(Paquita Rico pa ustedes)
que, mujer de Alfonso XII,
por las calendas de entoces
fue virgen y fue Mercedes.
Pon a Camps de jarrón chino,
mira en la Guardia Suiza,
que es arena movediza
dejar a este talle fino
con un futuro anodino
principiando la jornada
con la escama confirmada
de su papel de capullo
y de que, justo, los suyos
le han dejado en la estacada.
El abuelo de mi abuelo
ya era juez del canovismo;
mi bisabuelo, lo mismo
con Alfonso el reyezuelo;
golpista juez fue mi abuelo;
condenó en el TOP mi padre;
y yo, por padre y por madre,
soy un juez conservador;
y mi hijo, si señor,
también, así que, compadre,
el poder judicial lógico
es mi árbol genealógico.
Mister Marshall, bienvenido,
Welcome, Mister Ruleta,
porque tienes la receta
del trabajo florecido,
y, por tal, el dúo florido
de Esperanza y doña Ana
han formado una tangana
para Las Vegas traer
que recuerda al Pepe Isbert
de la peli berlanguiana.
Grandes palabras despiertas
de memoria prometida,
la batalla por la vida
sin demandas, sin ofertas,
todas las puertas abiertas,
el deseo con descaro,
un barco en la niebla, un faro,
la juventud como modo;
todos los vientos de todos
en el ojo del disparo.
A tí, Soraya, los curas
niegan el pan y la sal,
pero no importa, tu sal,
da el pregón de las negruras,
los herodes, las conjuras,
los cristos con los grilletes
y los postreros banquetes,
a las claritas del día,
sin pasar por vicaría,
con la liturgia al garete.
Meterse una bala amena
o curare en la ensalada,
ponerle el cuello a la espada
con su curva sarracena,
un cortecito en las venas,
la infusión de cianuro,
hacer un bonzo seguro,
saltar sin paracaídas,
todas formas divertidas
para encarar el futuro.
Achanta, Montoro, y calla,
que cometes mil deslices;
a ver, Guindos, lo que dices,
que se cabrea Soraya
porque la prensa canalla
ya se entrega al vituperio
por la falta de criterio,
aunque, Mariano mediante,
no resulte tan chocante
semejante gatuperio.
Mariano, con seis millones
de paro sin remisión,
dos años de recesión
con los mercados bribones
dándose mil atracones,
gran cabreo en la otra acera
y tu electorado pera
(ayer en plan de babeo)
sufriendo tu fiscal feo,
prepárate la trinchera.
Ruge el PP en los papeles
"¡los políticos al trullo!",
y digo yo: ¿no son suyos
los madrileños gurteles,
Camps y Costa, esos pinceles,
o Matas, ladrón pugnaz?
¿Quiere Montoro quizás
con gran celo vengativo
marcarse como objetivo
el llevarlos a Alcatraz?
De la tarta al pastelillo,
del solomillo al tocino,
del Corte Inglés a los chinos,
desde Armani al mercadillo,
del modelito al trapillo;
en el latino sentido
la crisis nos ha cogido,
con cara de pavitonto
y pensando que ya pronto
habrá desaparecido,
sin habernos enterado
de quién coño la ha creado.
En el cotarro presente
de general impudicia,
ante la diosa Justicia
me declaro irreverente:
se es juez omnipotente
para el que es mínimo reo,
pero, según lo que veo,
al que con intrepidez
al gato buscó tres pies
presto le dan el paseo.
La memoria no se moja,
se desata el ditirambo
al que se bañó, fue Rambo
en la dictadura floja
y viejito pata coja
de verbo desapacible,
pero resulta imposible
con las campanas tan tan,
no rescatar a Julián
de aquél pasado inaudible.
El chambergo de visón,
la vajilla inmemorial,
el sermón dominical
contra la fornicación,
de pastas el atracón
con la tarjeta crujía,
el estreno en la Gran Vía,
la milla de oro, las mechas,
el cariño a las derechas
y la fe en la Monarquía.
Como una estatua de Buda,
esta escultura de Fabra
la inmortalidad se labra,
como botera desnuda,
o excelencia postinuda,
o caballo de Espartero
famoso por paquetero,
o prócer a tiros muerto,
ya que alzó aquí un aeropuerto
sin un avión puñetero.
¡Sindicatos, cuerpo a Tierra!,
¡currantes, Fuenteovejuna!,
que CEOE pide la luna
con su propuesta gamberra
y el Gobierno, neutral, cierra,
dicho en román paladino,
un "acuerdo" leonino,
con despido más barato,
con eterno interinato
y con horario de chino.
Con pajarillos y flores
en frasecitas gozosas
se refieren muchas cosas,
se obvian los sinsabores
y el resonar de tambores
oculta un silencio claro,
lo cual no resulta raro,
pues la que estuvo en Defensa
jamás dió rueda de prensa,
porque el verbo está muy caro.
(Aunque con Rajoy tan mudo,
quizá el plan sea macanudo).
Mercado, no te comprendo:
subes la prima de riesgo
aunque Moncloa es de otro sesgo,
y desde ya estás jodiendo
al Rajoy, que es estupendo
y de derechas el tipo,
y, aunque cambió el logotipo
y el Guindo es lo que parece,
parece que no pareces
partidario de este equipo.
Es de gran habilidad
la que el Popular Partido
en estos dias ha tenido,
al obviar la identidad
pepera de esta hermandad
que formaban Camps y Matas,
éste con manos y patas
en la pública alcancía,
y aquél con su sastrería
y cariñosas contratas.
Dicen los siete millones,
y también los cuatro y medio,
que aquí el único remedio
ante tantas aflicciones
es buscar designaciones
sin la navaja barbera
y con condición primera:
un verbo ciceroniano
que sea capaz de, a Mariano,
sacar de su madriguera,
porque, si no, este tío
se pega un lustro escondío.
Temporales asfixiados
idóneos para el despido,
jóvenes sin apellido,
ecuménicos parados
racionalmente expulsados,
estadísticos sobrantes,
tropa de los semejantes
apartados del edén,
zascandiles del INEM,
optimizados currantes.
Sabe la derecha infusa
pagarse sus opiniones
con medios como cañones,
pero la izquierda difusa
urgida por la gazuza
ignora lo que se juega
en la mediática brega,
así que PÚBLICO cae
no por diestro ´díes irae´,
síno porque mi colega
cuando hay que aflojar la mosca
el jodido ni se cosca.
Las faldas de la Menina,
el árbol llamado guindo,
Cañete con pedo lindo,
Mato sin penicilina,
Pastor en obras mezquina,
Camps, de chaqueta y calzón,
la toga de Gallardón,
las orejas de Montoro,
los ditirambos del coro
y Urdanga, el sinvergonzón.
Me dicen que para el jueves,
otros señalan a marzo;
la tía Merkel con el mazo,
¡que Belcebú se la lleve!,
dosificando a la plebe
el aceite de ricino;
y yo adapto mi intestino
para el bisiesto más feo:
si me asusta lo que veo,
me aterra lo que imagino.
Tantos años por Serrano
pisando milla de oro
con mi bandera del toro
y dos anillos por mano,
ante el Loewe cercano
que junta tanto pibón,
viendo a Rouco con pasión
perorar del himeneo,
y, no obstante, hoy me veo
gritando "Rajoy, cabrón".