Arenas

Arenas funciona más
que la inane Cospedal,
y su estilo de arrabal
con su chulesco chaschás
supera al del mandamás
de los mutis y las eses,
así que mandar merece
la perpleja pepería.
¡Lástima que Andalucía
le negara cuatro veces!

Las preferentes

Aprenda la clase media
de los sellos imprudentes,
intereses preferentes,
o estampitas de comedia,
que el pufo no se remedia
porque es inversión gilí,
siendo pretensión cañí
que al Estado se confisque,
pues lo paga todo quisque
aunque no estuviera allí.

Adelanto gallego

Mariano, aunque adelantes
las galaicas elecciones,
recibirás también nones
de los sufridos votantes,
pues la prisa convocante
de Feijóo, que es tu pupilo,
enseña del hacha el filo
que reservas para otoño,
con el público hasta el moño
y la economía en vilo.

Rajoy vuelve a los toros

Ya que vuelves a los toros
con sus cuernos y bufidos,
observo desde el tendido
que el terno de grana y oro
lo gastas sin gran decoro
y tu faena torera
de habilidades casqueras,
capotazos y saltitos
en el coso o corralito
pinta una imagen certera.

Nadie está a salvo

Aunque a salvo tú te creas
en tu presumido cielo,
te tocan por el abuelo,
por tus mil farmacopeas,
por tus parados chaveas,
por tus agostos pudientes,
por tus huchas preferentes
propias de inversor cazurro,
porque avisa tu alto curro
que ya estás obsolescente.

Patadas en las espinillas

Mariano, de pronto, pilla
a ministros que se dan
patadas con mucho afán
en las mismas espinillas
y piensa: qué gentecilla,
cuánto ademán peleón,
cómo quitar la ilusión
de que aquí no pintan nada,
que mi jerarquía tumbada
es ya un trámite teutón.

Casos semejantes

Nuestra ruina no remite
finiquitando el verano,
ni los problemas, Mariano,
aunque en Doñana dormites;
el Bundesbank ni un ardite
da por tu nada brillante
carrera de gobernante,
y en septiembre, con rescate,
te cortarán el gaznate
como en casos semejantes.

Las urnas viajeras

Las árabes primaveras
que tanto nos regocijan
saca monstruos, si se fijan
los de las urnas viajeras,
pues la alegría primera
por el tirano que huye
rápido se sustituye
viendo que el nuevo poder
le prepara a la mujer
un futuro que se intuye.

Assange

Por difundir lo más cierto
entre prensa principal,
que no se tomaba a mal
un filtrado tan experto
de tanto pufo encubierto,
el británico muñeco
 y el útil tonto del sueco
buscan aplicar a Assange
la vieja ley del alfanje
por un legal recoveco,
mas la trampa saducea
jodióla Rafael Correa.

Cañete en los toros

Con el sol sobre la arena,
puro habano en la barrera
de la fiesta celtibera,
aplaudiendo la faena,
Cañete mata su pena
por bajar con vilipendio
el bien ganado estipendio
del bombero que se juega
la vida en desigual briega
contra el estival incendio.

La cobradora del frac

La malvada con chistera,
la Mato del despropósito,
quiere exigir un depósito
al turista de patera,
y, si no tiene cartera,
buscará en el ancho mundo
la patria del errabundo
desde el Gabón al Irak,
y cosechará con frac
el éxito más rotundo.

El carrito de la compra

Mariano, le estás robando
los espaguetis al pobre,
dejas sin sopa de sobre
al del subsidio volando,
y en una acción de comando,
le quitas el tetra brik,
el saco de papas chic,
la mortadela de oferta,
el yogur de fecha incierta
y la chuleta de pig.

Hostión demoscópico

A juzgar por sus encuestas
 este CIS tan traicionero
al padrinazgo pepero
le pega en toda la cresta,
porque el Recorte le cuesta
batir el récord mundial
de caída vertical
dicho en jerga de olimpismo,
o, con más coloquialismo,
un hostión descomunal.

Rajoy de vacaciones

Olvidarte de Bruselas,
de la prima y sus respingos,
ir a misa los domingos,
encender en Compostela
a Santiago unas velas,
el olímpico deporte
de arengar a tu cohorte
en romerías del pulpo.
Pero, Mariano, te culpo
de que hasta paga el importe
el que un noviembre lejano
 te votó con diestra mano.

Banderas en el polvo

Esto es lo que el facha ve:
Griñán no sigue el rebufo,
respondón el catalufo
porque no le dan café,
si en el IBEX no hay palé
España va hacia el ocaso,
el rey se pega un jardazo,
la bandera, por los suelos,
Mariano con estos pelos
y Draghi, ni puto caso.