Fin de año

Entre pitos, matasuegras,
turrón y champán del malo,
entre besos y regalos,
la realidad culinegra
al mundo te reintegra,
porque tu ojo avizor
se malicia con temor
que pa la gleba vasalla
si el 13 salió canalla
saldrá el 14 peor.

Mariano no es tonto

No es tonto Mariano. Sabe
que la memoria de pez
y la virtud de la fe
de sus gentes es la clave
para gobernar la nave
oteando la lontonanza
y hablando que, sin tardanza,
la crisis llega a su fin;
y mientras mira a Berlín
y de mentir no se cansa.

Ruz y la luz

Ay, Dios mío, cuánta cruz,
lo de Eurovegas muy mal,
el pisito ganancial,
el recibo de la luz,
el calladito de Ruz
jodiendo con un registro,
la economía hecha un fistro,
y las mujeres contentas
con volver a los ochenta
por Consejo de Ministros.

La subida de la luz

Después de cortar la luz
al pobre por no pagar,
los mås listos del lugar,
expertos en darse mus,
han traspasado la cruz
de la subida al Gobierno,
que, tras un castigo tierno
y un confuso parloteo,
convalidará el saqueo
y a tiritar en invierno.

El pisito

Con inmobiliario ojo
hallas piso de ocasión
en una urbanización
de lujoso realojo
sin que medie fiscal ojo,
y al anochecer, frescales,
con la copita tú sales
a disfrutar del estío,
mientras te dicen ¡qué tío!
el Presidente Gónzález.

El camión

Sin más trolas macabeas
ni disimulos mayúsculos
sobre violentos grupúsculos,
contra vientos y mareas
y todo el que se menea,
los peperos de carnet
encontraron, mirusté,
una solución artera:
un camión con su manguera
al estilo Pinochet.

¡Que aquí no falte de ná! (2)

A la política clase,
tan lejana de la gente,
debo advertir seriamente
que un togado kamikaze
inspiró un striptease
de cierta Caja de Ahorros
que deja como unos zorros
a Gallardón, la Condesa
y a los golfos del tío Blesa
que cobraban por el morro.

¡Que aquí no falte de ná|

Don Miguel Blesa tenía
un enorme corazón,
así que cogió el zurrón
del oso y con osadía
repartió muchas cuantías
entre el disperso rebaño,
pero lo gordo en tamaño
fué al armero malasombra
a cuya esposa la nombra
el TIME cómica del año.

Niñas, al salón

Con cinismo y reciedumbre
nuestro PP meapilas
daba antaño la barrila
a la vulgar muchedumbre
por relajar sus costumbres,
mas toma al Diablo de socio
y en nombre de los negocios
legisla en plan entusiasta
el sexo mediando pasta;
eso sí, lo llama "ocio".

El papel, con Rajoy

Si EL PAÍS hace la ola
al mudo pontevedrés
y LA RAZÓN y ABC
a Moncloa no dejan sola,
sólo quedan LA FAROLA,
EL MUNDO trapisondista
y en la trichera izquierdista
tal vez aquél artilugio
que sirvió bien de refugio:
la vieja multicopista.

"Los mercados no son gilipollas"

Esta frase de Montoro
(de manual de autoayuda)
ante la gente desnuda
sin bochorno ni decoro
cómo el social deterioro
y el recorte como rito
de este PP en el machito
tiene como único fin
defender con fervorín
al Mercado señorito.

Anómalo Mandela

Anómalo santo laico
beatificado por todos,
destacó en un periodo
especialmente prosaico
que hoy toma por arcaico
el sentido de una vida
luchadora y decidida,
que resultó no ser vana,
por la libertad humana
y por la gente oprimida.

Admirable oligarquía

Es bien digno de admirar
cómo sólo cuatro gatos
han creado un aparato
para cobrar y mandar
a su rebaño lanar
mediante tecnología,
vigilantes noche y día,
la piramidal codicia,
y el recurso a la milicia
y a las ideas más pías.

ERE, la palabra

Transcurrirán veinte años

sin que el paro se modere,
pero la palabra ERE,
¡olé los diestros redaños!,
ya no evoca graves daños
y despedidos por miles,
porque los medios serviles
han velado la tragedia
con ciertas tragicomedias
entre montilla y moriles.

Lo dice hasta Belén

Si la best-seller Belén,
filósofa de arrabal,
desde el extravío facial
ha notado ya el vaivén
del pueblo que dio sostén
a tu Alta Magistratura,
rásgate las vestiduras,
Mariano, pues te aseguro
que verás un final duro
de tu cruel legislatura.

Ajo y agua

España entera sabía
que de ganar esta gente
había un programa durmiente
que Rajoy aplicaría,
mas el público quería
en su cabreo desmadrarse,
en su culo golpearse
y su sufragio esparcir,
por lo que cabe decir
ajoderse y aguantarse,
y en una próxima vez
votar sin gilipollez.