A la revuelta ucraniana
no le veo tan buena pinta,
porque hubo columna quinta
de la svástica alemana
en calendas no lejanas,
por gritar contra el judío
y por negar albedrío
a las regiones más rusas,
así que la Europa intrusa
ha incurrido en desvarío
y un tiro en el pie se ha dado
al colocarse de un lado.
Postrado en sucio camastro,
de la limosna pendiente,
yace un país indigente
que no vislumbra ni rastro
de lo que el politicastro,
que de mentir no se cansa,
anuncia como esperanza,
y es que el país de Mariano
es como humo de habano
flotando en la lontonanza.
Escarbo por la memoria
de un febrero veintitrés
cuando pasan treinta y tres
inviernos de aquella historia
que a España cubrió de gloria
y de canonjías al trono,
convirtiendo en un icono
trivial al tío del bigote
que mostró, entonces, sus dotes
para infundir acojono,
y hoy se toma por la audiencia
con chiste y benevolencia.
Un chollo de ventanilla,
una plaza de bedel,
un 26 de nivel,
un puestecito en Melilla,
un guardián de almohadilla,
un sellador denegante,
un plantón de los de antes
o un kiosko que se calla
son funciones que Soraya
va a asumir en adelante.
Etarras de mis desvelos,
¿por qué abandonáis la pipa,
dejando así a mis guripas
de la TDT sin duelos
y al PP con estos pelos?
Sabed que tal panorama
reduce nuesto programa
a menos de la mitad,
y, sin visceralidad,
el facherío se me encama
de forma rauda y veloz
con los cabrones de VOX.
Los monises de Granados,
las grescas de espionaje,
los bisnes del gurtelaje
con dinero bifurcado,
cierto Viejo que ha robado
desde que era un muchacho,
el ático para Nacho
y una explicación que hallo:
desde el pufo de Tamayo
aquí todiós coge cacho.
¿Quién puso ahí a cierto genio,
hermano de plastilina,
del Gurtel y la gomina
hace ya más de un decenio,
al que nombran como Arsenio,
que tira a todo el que pasa
y a todo dios amenaza
con las penas del infierno?
El que preside el Gobierno
y no lo ha mandado a casa.
Aunque a tí ya no te suena
el viejo juicio 1001,
recordarte es oportuno
que están hoy en la faena
de forzar una condena
de huelguistas de Airbús,
y que puede que seas tú
el próximo en enterarte
que la libertad se parte,
si no decimos ni mu.
Guárdate alguna palabra,
resérvate un adjetivo,
busca un verbo transgresivo,
vuélvete como una cabra,
porque esta broma macabra
de la prensa de papel,
que nunca llegó a Babel,
jamás fue como lo es hoy,
en los tiempos de Rajoy,
tan cortesana y tan fiel.
Según se cuenta, parece
que Moncloa no te ama,
que te preparan la cama
y te hacen pagar con creces
tantas festivas memeces
librándote del destajo,
lo cual, para el pueblo bajo
el castigo significa
que todo el tiempo dedicas
a recortar desde el Tajo.
Lo que transmite este caso,
criminal según las señas,
es la mente berroqueña
del Ministro del Trancazo,
su jerga de cuartelazo,
la prosodia desahuciada
del duque de Ahumada,
y un toque de ineptitud
que pide solicitud
de cartera amortizada.
Es lo tuyo la estadística,
pues, cuando repasas tú
un recibo de la luz
de vocación camelística
por la cosa crematística,
de bróker te pones gafas,
mas, tras larga rifirrafa
con fórmulas quetecagas,
sabes que, hagas lo que hagas,
no te libras de la estafa.
Le ha caído a Cospedal
una hostia en diferido,
mas desde aquí yo le pido
que no se tomé tan mal
que Arenas, hijo de tal,
le ha machacado el dedazo
y que Rajoy, ni caso,
porque siempre Andalucía
les falla, la mu joía,
por más que haya morenazo.
Ora con voto secreto,
ora apretando un botón,
por mor de la religión
o por conciencia en asueto,
el aborto tendrá veto
y un prócer estará yerto,
porque el codicioso Alberto,
que en esto buscó la gloria,
dejará sólo memoria
de su aciago desacierto.
O existe un republicano
conspirando en la Zarzuela
y escribiendo ya la esquela
del chiringuito botswano
que se coló de troyano
y ha metido en un jardín
a Madame Urdangarín,
o quizá esto desemboque
por arte birlibirloque
en enjuague de postín.
Los poderes del Estado,
la crème de la abogacía,
los que guardan simpatía
al Borbón hoy demediado,
los fiscales denodados,
los capos con mando en plaza,
los que pugnan por la plaza
y los maestros plumillas
tienen la excusa sencilla:
hizo lo que vió en su casa.
Papa Francisco Primero:
tras un año vaticano
entre Borges y borgiano,
superado el té certero
del despertar mañanero,
¡coge el toro por las astas
y con furia iconoclasta
descarga la ley divina
sobre la usanza cochina
de los curas pederastas!
Cuánta rata, cuánto ofidio
por veredas subterráneas,
cuántas tretas misceláneas
condenan al juez Elpidio;
cuántas plumas con subsidio
le castigan con libelos
porque le ha tocado un pelo
a un poderoso padrino
con pinta de señor fino
que hizo picar el anzuelo
a tanta crédula gente
con basuras preferentes.
Han pillado a cierto P. A. C.
con el carro del helado
y, aunque fue dado de lado
por un pepero pac-pac,
como el fulano es un crack
será el último que ría,
mostrando un cercano día
que el "general secretario"
no va de chivo emisario,
y que por eso las pía.
Cuando Rajoy zozobra
porque el paro no remite
y la gente va al envite
gritando que nada cobra
de inmediato maniobra,
por si al pepero de baba
la cosa no le cuadraba
con tanto decreto amigo,
volviendo la burra al trigo:
¡la culpa es de Rubalcaba!
