Camiño de Santiago

Con un riesgo de lumbago
y daño metatarsiano,
lleva a frau Merkel  Mariano
camiño de Santiago
y, mezclando los halagos
con pulpo de rechupete
y el albariño a gollete,
en un recodo del Miño,
le dice "qué hay de lo miño"
y le implora por Cañete.

Agoreros

Son tantos los agoreros
que nos han pronosticado
un trabajo asalariado
con coste próximo a cero
que hasta un tonto de babero
atisba la maniobra
de meter miedo y zozobra
al currante personal
y ya no suene tan  mal
la mitad de lo que cobra.

El juego de la oca

Vayamos de oca en oca
y actuemos con astucia:
si por alguna minucia
el dia nueve no se vota
es porque el nueve no toca,
ya que si el nueve tocara
alguien habría que pagara,
y por llamarme Artur Mas
recurrirían a mi cash
y mi bolsillo palmara.

El mantón de Manila

Con su mantón de Manila
y su vestido chinés
mete de nuevo los pies
Botella, primera edila,
pues de verbena, la lila
de Cibeles, con descaro,
soluciona lo del paro
o que la infancia no coma
rezándole a la Paloma.
¡Un análisis preclaro!

La que se avecina

Si Alemania petardea
y Francia no puede más
aquí hay peligro de crash,
aunque el líder que sestea
perore que aquí verdea
(en embuste manifiesto)
y por ello esté dispuesto
a decir en alemán
o en gabacho alonsanfán:
¡yo, cuando aprieta, me acuesto!

Pensando mal de Alaya

Tras un trienio completo
dizque prevaricador,
en pago por su labor
vendrán trienios repletos
de estímulos más coquetos
pillando casos con cacho
en cualesquiera despacho
de la industria de la ley
que sirve a una rica grey
y no tanto al populacho.

De Ucrania al melocotón

Concatenación fatal:
desde el yanqui al alemán
ovacionan al Maidán
por montar un carajal;
luego la parte oriental
le pide ayuda a los rusos;
tras varios lances confusos
y algo de fuego real
Europa lo toma a mal
y esgrime cual fuera chuzo
una porrá de sanciones;
después Putin corta el gas
y dice que nunca más,
por su calva y sus cojones,
comprará melocotones,
dejando menesteroso
a nuestro huerto orgulloso
de que el postre de Moscú,
una marca España, tú,
fuera un fruto tan sabroso.

Cristina Cifuentes

Cifuentes, te quiero ver
con el pelo recogido,
con el óvalo esculpido,
con tus cosas del querer,
con tu sutil descreer
y tus indumentos fresas,
mas tu policial finezza
y tu pepería ortodoxa
hacen que, ¡lo que es la cosa!,
no te vea de alcaldesa.

Gilipuertas

Sospechas hoy que los bancos,
sanos con pública pasta
tras una gestión nefasta,
ya no están cojos ni mancos
y son unos mirlos blancos
para las garras expertas
que les clavan sus ofertas,
quedándole al peatón,
que fue quien pagó el pastón,
la cara de gilipuertas.

Podemología

Visto que en restaurantes,
en visitas al dentista,
en las veladas marxistas,
en las teles trepidantes
y hasta en dúos fornicantes
sale el tema de Podemos,
interrogarnos debemos
con tuitera rebeldía
si la Podemología,
¿es de centro o de extremos?

El alijo

Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
esa farlopa nefanda,
y yo, el capitán que manda
en el glorioso velero,
oteando los luceros
y esperando al enemigo...
si soy sincero les digo
que del pufo ni me entero.

Las trece rosas

Ante un crimen tan horrendo,
ante tal crueldad y daño
que no mitigan los años,
después de todo, aprendo
del disparo, del estruendo,
y las impolutas vidas
me enseñan, casi a escondidas,
cada día cinco de agosto,
aquel agujero angosto
de violencia forajida.

Urnas de cartón

Que las urnas en otoño
sean sólo de cartón
para evitar la ocasión:
estábamos hasta el moño
de que siempre había un retoño
de honorable tratamiento
que sin ningún miramiento
enseñaba la pezuña
y en nombre de Catalunya
se apuntaba el tres por ciento.

Estadísticas

Para los veinte no hay nada,
para los treinta tampoco,
a los cuarenta ni loco,
la cincuentena truncada,
los sesenta en la estacada.
Tan negra es la casuística
que como cosa humorística,
ciudadanos del lugar,
me voy a veranear
y os dejo unas estadísticas.