Copón, qué pisito tiene
este picio con sotana,
qué ostentación tan ufana,
cuánta prosapia mantiene,
a pesar que contraviene
la pobreza proverbial
que el discurso parroquial
adjudica al sacerdocio
(salvo en momentos de ocio,
que para eso es cardenal).
No hay comentarios:
Publicar un comentario