Perdona, Vargas, perdona
que te aseste un picotazo,
pero al ver cómo haces caso
con furia pantaleona
a la que nadie destrona,
y aunque el cano amor no vedo,
te pediría con Quevedo
y acaso con Rigoberto
que, por más que yazca yerto,
lo manejes con denuedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario