¿En que sanedrín oculto,
con qué cálculo siniestro,
se ha decretado el secuestro
de niños, viejos y adultos,
que se rechazan a bulto
en las fronteras de Europa,
y a la hora de la sopa,
¡alabada sea la audiencia!,
sacuden nuestras conciencias,
y hace tentarnos la ropa,
porque piensa el que cavila
que vamos todos en fila?
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