Hablando de corrupción,
un pepero de Almería,
que a la sazón presidía
de allí la Diputación,
llegó a la masturbación,
porque estableció negocios
con su más íntimo socio,
es decir, consigo mismo.
¿No debe tal onanismo
estudiarse en un simposio?
(A F. J. V.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario