Debería haber un gobierno
sin tufo de ultramarinos,
despojado de porcino
y tocino subalterno,
ni en cocido, ni al infierno,
ni en ningún tipo de guiso,
sea moderno, o sea castizo.
Mas eso, ¿como se hace?
Con modestia, en una frase:
un gobierno anti-chorizo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario