¿Vendrás a la investidura?
Aceptado, de primeras,
mas si se abstiene Rivera,
el señor Sánchez me jura
que quiere mis asaduras,
ya tengo seguro el no
de los de Podémon Go,
y para colmo la CUP
le ha regalado el champú
al President Puigdemont,
dígame Su Majestad
si es sano para mi edad.
Si en este Noviembre, 9
"me" han elegido al Trump,
usaré todo mi afán
para poner de relieve
que la americana plebe
ha jugado a la ruleta
y nos ha hecho la puñeta
con su votación horrible,
así que me siento libre
de viajar por el planeta
gritando a pleno pulmón
el viejo yankee, go home.
Tras una moción de broma,
que presentó no sé quién
del astuto Parlament,
todo un mundo se desploma
pues se cumplen los axiomas
de cualquier insurrección,
y el enemigo felón,
ante el político quiebro,
huye más allá del Ebro,
víctima de tal moción.
Si yo tuviera un martillo
destruiría el disco duro
que cuenta lo que facturo,
lo rayaría con cuchillo
para librar del banquillo
las posaderas marianas,
y pediría con desgana,
sin engorros, ni cesiones,
los síes y las abstenciones,
y comunicaría mañana
al que ejerce como rey
que aquí sigue Rajoy Brey.
A ver esto de Turquía:
¿quienes coño son los malos?
¿A quién con la zurda avalo?
¿Contra quién protestaría?
¿Para qué el golpe servía?
Entre tanta incertidumbre,
nada encuentro que me alumbre,
pero el sátrapa Erdogan
colocará al peor Islam
a cargo de las costumbres,
y demuestra como aliado
que no es tan civilizado.
Fumando espero
el puesto que yo quiero,
con ventanales
mirando al Manzanares.
Y mientras fumo
mi tiempo no consumo,
y así bajo los humos
del Pedro y el Albert.
Tengo al votante
solícito y amante,
leo en sus labios
unos anhelos sabios
y yo preveo
que debido al cabreo
un tercer himeneo
da mayoría mayor.
Fumando espero
el cargo que yo quiero,
tras los cristales
los "junts" y los "jeltzales".
Y mientras fumo,
tranquilo yo presumo
que con uno yo sumo
y otro se va a abstener.
Versión de "Fumando espero" de Sara Montiel
Veo al gárrulo barón
y al ex de mucho raigambre
suspendidos del alambre,
pues no le falta razón
a este Pedro peleón
cuando a Mariano aconseja
revivir liturgias viejas
y sacar a la palestra
cariñitos con las diestras,
y no abstenciones bermejas,
o se vaya a Pontevedra
el candidato de piedra.
Tanto se le ha dado a Europa,
y a veces no sin razón,
que habrá que pedir perdõn
si de nuevo se nos topa
con el fuego y con la estopa
de los populismos varios,
que nos lleven a escenarios
que hicieron del siglo veinte
un matadero de gente
con su memoria de osario.
Dicen los grupos de diestra
que si hay que pactar,
pues ¡pelillos a la mar!,
y, así, con mano maestra
la oligarquía demuestra
quién dirige aquí el cotarro
mientras se fuma un cigarro,
porque las independencias
y otras enormes pendencias
no dejan de ser guijarros
al lado del bien supremo.
¡Que aprendan eso los memos!
Desde el Patxi a la Pastor,
y por lo que veo, voy
desde Sánchez a Rajoy,
y mi gente de babor
no sale de su estupor
viendo a la izquierda silvestre
tirar en un cuatrimestre
el deseo de su afición,
esgrimiendo con pasión
altos motivos rupestres.
Primero, que dé la cara
el gobernante en funciones,
y que, tras dos votaciones,
salga con la cara rara;
y que, después, se buscara
otro diestro candidato,
que, en minoría, llegue a un trato
que allane la investidura,
y, luego, ¡la vida es dura!,
no habrá ya votos baratos.
Bermejos los solideos,
rojísimos los capelos,
no tienen de tonto un pelo,
y, para escarnio de ateos,
desde que Cristo era reo
progresaron cantidad
por mor de la caridad,
la teologal esperanza,
y la fe en esa chanza
que es la Santa Trinidad.
(Dedicado a A. M. S. P. y J. S. C.)
Me malicio lo peor
de esta dama desenvuelta,
que Thatcher está de vuelta,
y que un Reagan de alcanfor
es hoy Trump, el aullador,
así que guárdese Europa
de esta novedosa tropa,
y "virgencita", digamos,
"que quedemos como estamos",
pues vienen con la garlopa,
y a Merkel de mis rechazos
la hacen buena de un plumazo.
Pues necesitas seis votos,
uno por la ley mordaza,
dos, por fumigar tu casa,
tres, por remendar el roto
del tejido laboral,
cuatro, justicia fiscal,
cinco, no enseñar pezuña
en el tema Catalunya,
y seis, para temas cientos
la Ley de Acompañamiento.
Ni quiero lo que tu quieres,
ni quieres lo que yo quiero,
ni a lo mismo me refiero,
ni a lo mismo te refieres;
cuando difieres, difiero,
cuando difiero, difieres,
si es que te hiero, me hieres,
si es que me hieres, te hiero,
y mueres porque no muero,
y muero porque no mueres.
Si con 137
el general vaticinio
le pronostica el dominio
del machito y el machete
en el presente sainete,
y sin que nadie discuta
esa mayoría enjuta,
¿qué habría podido pasar
si el menda llega a ganar
otra vez por la absoluta?
Ni falta al segundo palo,
ni penalty decisivo,
ni falsa inopia de un divo
de ética y verbo ralos,
el Fisco no hace regalos,
y el BarÇa mete la pata
con lo de Messi, y si trata
ante la culé afición
de hablar de persecución,
el tiro por la culata.
En el filo de esta fecha
nació Góngora y Argote,
ilegible y mazacote,
y te viene la sospecha
que la ocasión se aprovecha
para esmeraldas y jades
y no pocas fatuidades,
pues nadie cae en el pecado,
salvo, quizá, algún becado,
de leer las "Soledades".
Con las sandalias gastadas
por marchas torrejoneras,
alguna izquierda cañera
ya no vuelve a las andadas,
y en una larga cambiada
deja su guardarropía
y gasta una pleitesía
más propia de Pepe Isbert
con quien no deja de ser
el gran jefe de la CIA.
Supongamos que me callo,
pues no quiero que se gripe
el PSOE que me hizo Felipe,
que no piso tantos callos
porque en júbilo me hallo
y no es posible el regreso,
supongamos que soy eso
que tildé de jarrón chino,
y supongamos que atino
suponiendo todo eso.
Sí que extraña mayormente
que, no queriendo el Sistema,
la tan británica flema
lleve a efecto el disidente
"Brexit" que votó la gente
(eso sí, con necedad),
pues, si existe una verdad
que sabe hasta el que debuta
es que aquí nadie refuta
la ley de la gravedad.
La banalidad del mal
lleva al trío de las Azores
a disfrazar los "errores"
de aquel acto criminal
como si fuera banal:
una "jerarquía debida"
(cual la "obediencia debida"
que Eichmann y en la Argentina
elevaron a doctrina),
y, así, la terna bandida
mezcla excusas y negocios,
o disfruta de sus ocios.
La izquierda da la barrila
desde sus propias creencias
a los que son de su audiencia
y no a los de la otra fila,
es decir, que no cavila
que el problema no se trata
estilo "el tabaco mata"
con su pléyade de horrores,
que no "ven" los fumadores
y toman por peroratas.
Aunque la idea sea justa,
pedir hoy un "tripartito"
para darle el finiquito
y arrearle con la fusta
a la diestra, hoy más robusta,
me lleva a recordar días
de votaciones bravías
con negativas comanches
a un gobierno Pedro Sánchez,
y me da melancolía.
La pésima inteligencia
y la óptima voluntad
que sean mitad y mitad,
pues no hay truco, ni licencia,
ni ilusionista querencia
que libre al zurdo político
de ser el Sísifo mítico
al que el Destino le aboca
a volver y alzar la roca
con un empeño granítico.
De piedra ha de ser la cama,
de piedra la cabecera,
el acuerdo que quisieras
me jodería de veras.
Ay, ay, mi voto es cosa muy rara.
Ni discursos que te mimen,
ni Rajoy de presidente,
firmaría una mala muerte
por delito de creerte.
Ay, ay, mi voto es cosa muy rara.
Yo no quiero que me ates
y que me des el cambiazo,
quiero estar lejos de ti
con los viudos del "sorpasso".
Ay, ay, mi voto es cosa muy rara.
Cuando el gobierno derrape
y el pueblo le coja ganas
sonarán desde ultratumba
137 balas.
Ay, ay, mi voto es cosa muy rara.
Versión de "Cama de piedra" de Lila Downs
Contento el buen español
con el PP gobernante
y su censo de golfantes,
todo está bajo control
en tierra de mar y sol,
y prosiguen los butrones
al fondo de las pensiones,
porque el almanaque achucha
y hay que tirar de la hucha
sin más conmiseraciones.
En España, país sagrado,
con la simple confesión
obtenemos el perdón
de todos nuestros pecados,
y lo pasado, pasado,
y al plumilla, ya lo véis,
tras cagarla el 26,
se arrepiente el 27
y el 28 ya mete
vaticinios a la grey.
Me malicio, don Mariano,
que hasta el día 10 de julio
quieres a tus contertulios
lidiando con tertulianos,
mientras tú, mando en la mano,
contemplas los europeos,
y le exiges el conteo
de tus necesarios votos
al que es menos devoto
de dejarte en el empleo.
