La pésima inteligencia
y la óptima voluntad
que sean mitad y mitad,
pues no hay truco, ni licencia,
ni ilusionista querencia
que libre al zurdo político
de ser el Sísifo mítico
al que el Destino le aboca
a volver y alzar la roca
con un empeño granítico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario