Porque, Sánchez, con pasión
señalas a lo innombrable,
aplaudo que se me hable
de ese fáctico aldabón
que con un estilo hampón
aporreaba tu puerta
con su mala leche cierta,
así que, ante un Pedro bis,
al recorrer el país
pon los sentidos alierta.
Le das envidia al granito
y bordas la impavidez,
te trajinas a la vez
al Pesoe y a Naranjito,
suscitas en Pablo gritos
y susurros prematuros,
y a Aznar recetas bromuro:
Mariano Rajoy Brey,
puto amo, eres el rey
y, cual Churchill, fumas puros.
No van a poner a salvo
al Pesoe como partido,
si no tienen decidido
que diputados bivalvos,
algún suelto Gundisalvo,
varias medallas de bronce,
veteranos del entonces,
y algún otro reversible
hagan al mundo visible
la cuadrilla de los 11.
Casan muy mal sus palabras
cuando la calle delega
en la lucha,
y se repliega,
mientras el líder se labra
con pullas de abracadabra
alguna fama de "bocas",
que, me temo, no convoca
a la población jodida,
que, tras la lengua blandida,
se apercibe de ideas pocas
y, aunque su labia sí gusta,
tal vez al Ibex no asusta.
Dicta la Iglesia de Roma
que esparcir a toda prisa
por el viento las cenizas
es pecado, que no broma,
y, desde santos axiomas,
a los fieles les advierte
que detrás de toda muerte
viene la Resurrección,
y desde esta convicción
debes del rito abstenerte.
El caudal de mala leche
que hay detrás de las reválidas
cuando la bolsa sea escuálida
o el libro no se aproveche
hace que el futuro estreche
la vereda igualitaria
y convierta en unos parias
reos de social maltrato
a los que pagan el pato
por prueba tan cavernaria.
(Dedicado a E.V. V.)
Simbólicamente claro:
siendo la abstención muy chunga,
no nos vale la sandunga
de doctrinarios preclaros
que no saben lo muy caro
que fue tener un Congreso;
y, sin memoria de eso,
los mismos que lo rodean
no ven cómo merodean
los que exigen su deceso,
como ocurrió no hace tanto
provocando tanto llanto.
Anda mosca el yayoflauta
(y cualesquiera que opina
que en su vejez no habrá ruina,
¡ay, qué gente tan incauta!),
al descubrir cierta pauta
en la opinión publicada,
y se huele la tostada:
para futuras pensiones,
por poderosas razones
habrá entre poco y nada.
Tranquilos con proclamar,
opino que antes de hora,
que el Pesoe tiene las horas
contadas, y desahuciar
a aquellos que sin tardar
reúnen firmas cien mil
para salir del carril
de la alternativa triste,
y es que gana quien persiste
en la rebelión civil,
sin gritos, ni alharacas,
tiki tiki, taca taca.
En este fúnebre ambiente
tras la apertura en canal
del Comité Federal,
casual viene a la mente
cierta numérica entente
que te reprochan con saña
y te quema las entrañas:
que por ciento treinta y tantos,
otros ciento treinta y tantos
gobernarán en España.
El óptimo pesimista
que está contra la abstención
tendrá después la ocasión
de ser pésimo optimista
viendo a listos, por las listas,
abjurar de sus errores
para no ser perdedores,
y transitar descreídos
de los odios encendidos
a los ardidos amores.
Susanita quiere abstención
aunque haya un motín
pero su estilo abusón
no tiene un pase, please.
A Pedrito por perdedor
lo sacó por los pies,
y quien se vio de gran campeón
ni juega al ajedrez.
Le gusta el rugby
y el por Ferraz yo mato,
baila fandango español,
y si llegamos y nota que miramos
siempre nos canta esta cancion:
Susanita quiere abstención
aunque haya un motín
porque su estilo abusón
no tiene un pase, please.
(Adaptación libre de una canción infantil.)
En lo militar, braveas,
a la Clinton amenazas,
metes tus sucias manazas
a las damas, y babeas
con todas, salvo las feas,
tienes ideas chirriantes,
persigues al inmigrante
(y a Baldwin por tu parodia),
y sufres conspiranoia.
¿Donald, no tienes bastante?
Cuando el PP de Valencia
parecía arrepentido,
héte aquí que un mal nacido
recuerda la persistencia
de la vieja delincuencia
del "trae pacá" y del unto,
mas, por fortuna, barrunto
que entre la UDEF y la UCO
este robo sin trabuco
aclararán en Sagunto.
Tu vecino de la izquierda
en el suicidio se obstina,
y, así, la urna es la mina
para el voto de tu cuerda,
mas temo que, Pablo, muerdas
en esas filas no prietas
con modales de chuleta,
dando como resultado
un simple Che rescatado
que mola en las camisetas.
Buscando, tal vez, la higiene,
el Comité Federal
tirando de manual
dice que lo que conviene
es que lo del NO se drene,
y, aunque en higiene no entro,
cierta pega sí que encuentro
si arrojan esta semana
agua de la palangana,
pero con el nene dentro.
Escuchaba yo en un taxi
noticias de corrupción
y de pronto una explosión
hizo volar mi Galaxy,
y a mi, y al taxista casi,
y, aunque yo no comprendía,
por lego en tecnología,
que una marca tan robusta
saque un petardo que asusta,
al poco tiempo sabría
que comeré con patatas
la metedura de pata.
Si dices que no, sub uno,
y no quieres no, sub dos,
te queda abstención, sub dos,
mas resulta el voto ayuno
igual al que es sí, sub uno,
pues, aunque parece hermética
la martingala aritmética,
a la vista está de todos
el ilógico acomodo
de esa fórmula hipotética.
Deberías acometer,
carca por simple descuido,
este esfuerzo que te pido,
y es que a la hora de meter
el papel, por tu deber
como votante sumiso,
hagas un gesto castizo
que sirva como doctrina:
que le dobles una esquina
y la pringues con chorizo.
Nada que decir el viento,
ninguna piedra rodante
comparable a las de antes,
ni huracanes irredentos,
basta de historia y de cuentos
y de glosas circulando:
los tiempos están cambiando
y el Sistema, que hoy te elogia,
esconde en su demagogia
que quizás te está enterrando.
Me pide un selfie Susana
aunque se estropee el iPhone;
luego se acerca un barón
entre Tajo y Guadiana,
y hay foto, mas con desgana;
por vísperas del Pilar,
Lambán quiere figurar,
y también un valenciano
con poco mando en sus manos,
queriéndose retratar
Willy Vara, emeritense;
así que cunde el suspense:
¿quién fue el que clavó primero
ese selfie traicionero?
Aunque odies el delito,
compadece al delincuente.
Por eso aquí es tan frecuente,
desde cuando el abuelito
mandó en el país bendito,
que no pague el choriceo,
y por tal razón deseo
que no tiren de la manta
en la Gürtel, pues me espanta
saber que el negro flirteo,
incluso a la luz diurna,
mete votos en la urna.
Pues cuentan que la ha palmado
la cabra de la Legión,
tenemos la solución
al muy célebre borrado
de una calle al gran soldado
Millán Astray, y su baraka,
pues, si dedican la placa
al caprino legionario,
aunque sea un honor vicario,
igual la bronca se aplaca.
Viendo cómo el huracán
con Haití se nos ceba
(sin que el cielo se conmueva
ni nadie proponga un plan)
y disminuye su afán
al de nubes de algodón
al llegar a la Nación,
puede que alguien sospeche
que Dios tiene mala leche
con la pobre población.
Los shows de televisión
y otras cosas de tragar
no son formas de luchar,
ni el puñal de callejón,
ni el motín por el sillón,
ni el tuiteo de engañifa.
¡Hacen falta más manifas,
menos verbo asustaviejas,
que el enemigo no ceja
y aquí el poder no se rifa!
Cual pato meto la pata
con los de México lindo,
para una guerra me brindo
pues soy dado a la bravata,
cuando del Islam se trata
mi palabra es un seísmo,
veo en el Fisco comunismo,
aunque Putin me fascina,
y le va a tocar la china
al tropel del feminismo
si triunfo sobre la Hilaria
con mi jerga cavernaria.
Al mentor de popurrís
de inelegante presencia,
que muestra gran experiencia
en marear la perdiz,
mientras dobla la cerviz
ante el Poder genuino
(incluído Florentino)
y se cisca cantidad
en lo que no es su verdad
de periodista padrino,
le advierto que tanto foco
en la tele cunde poco.
Tras la agitada semana
buscando la solución,
parece que la abstención
se recibe con desgana
en la caverna mariana,
que amenaza con terceras
si no es blanca la chequera
y la adoración, diurna.
¡Pues, joder, venga la urna,
aun por vergüenza torera!
Parece que un cocinero
inglés de bastante fama
tiene a mi patria que brama,
pues a su estilo chusquero
hace un arroz choricero,
mas esta absurda querella
con una verdad se estrella,
pues, con la Gürtel, la gente
sabe que aquí es muy frecuente
el chorizo y la paella.
Hay una cosa peor
que lo del PSOE y la abstención,
y es oir la admonición
de algunos, que con ardor
vaticinan desamor
en los pactos de la izquierda,
lo que llevaría a que pierda
las regiones y ciudades
y regresen los cofrades
que tiran de la otra cuerda.
¿No resulta estratosférico
con Gürtel en el banquillo
que haya un pepero rodillo
en el ruedo celtibérico,
con gran futuro numérico
en tercera votación,
que convida con fruición
a algún suicida pugnaz
que brujulea por Ferraz
a sopesar la abstención?
Dicen qe quieres, Mariano,
unas nuevas elecciones
después de ver los arpones
que se han clavado entre hermanos
en un sábado kafkiano,
pues ya te es insuficiente
la posición abstinente,
a menos que en cuatro años
los 85 escaños
esten en modo aquiescente.
Menos mal, Borrell, que antaño
de manera inteligente
dimitiste raudamente,
evitando así los daños
que Sánchez, por sus redaños
quizás propios de un cowboy,
ha tenido el día de hoy,
y, como fondo, la risa
en medio de la golpiza
de un un exultante Rajoy.