Sin darte cuenta se ausenta
otro trozo de memoria,
y el tiempo, como una noria,
nos espera con su afrenta,
uno a uno nos recuenta,
y al árbol de Marcos Ana
el fruto se le desgrana,
mas no vale la tristeza,
pues las palabras que besa
repican como campanas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario