Con Trump en la Casa Blanca
y Rajoy atornillado,
y al abrigo del pasado
gracias a la izquierda manca,
nos sale la chiquichanca
con fuerza de su aquelarre,
deleitada en el desbarre
y disparando sin tino
al Pesoe, hoy mohino,
esperando su desgarre.
¡Y en Moncloa tan contentos,
más por fuera, que por dentro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario