Lo del fútbol es de nota:
los goles más inmortales,
a paraísos fiscales;
Villar se pone las botas;
y el público, que abarrota
las teles y graderíos
disfrutando como críos
y al borde de la afonía,
haciendo filantropía
con los que van a su avío.
No hay comentarios:
Publicar un comentario