No quisiera ser cenizo,
pero el voto de Alemania
nos demuestra que la insania
política da otro aviso,
y, si hacemos caso omiso,
nos podemos abocar
a que los locos de atar
con su frufrú de banderas
vuelvan a tocar fronteras
con música militar,
provocando el mismo daño
visto ya hace ochenta años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario