El obrero de la FIAT,
que tanto luchó, ¡qué tiempos!,
aprende que un pasatiempo
que antaño le divertía,
hoy, en cambio, le chirría,
al ver cuanto pastizal
a este as de Portugal
le da Agnelli, el millonario,
reservando al proletario
la avaricia empresarial.
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