No digas ¡me cago en Dios!,
recurre a la Medicina,
dí que tras gresca intestina
y una digestión atroz,
los despojos del arroz
alcanzaron a Yahvé,
y es que, Willy, ya lo ves,
con este ilustrado juego
te librarías del talego
cuando te reclame el juez.
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