¿No es verdad, ángel de amor,
que se le cae la babilla
a la derecha, pues brilla
con metálico fulgor
el Estado protector
con el frufrú de las togas,
el otrosí como soga,
la norma como muestrario
y el código centenario
de este Poder que se arroga
el derecho de pernada
sobre la gente callada?
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