Sólo veo agradecimiento
en invitar a una copa
al Billy que tanta estopa
dio a los de rojo pigmento,
pues hubo un juez un momento,
un tal Mariscal de Gante,
que en actitud militante
condenó a los pigmentados
que Billy le hubo mandado,
y por eso no es chocante
que un hijo de ese tal Gante
brinde con gusto a su lado.
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