No tomes carne mechá
al pedir la cervecita,
mejor unas sardinitas
espetadas junto al mar,
o pimientos para asar,
o riñones al jerez,
o sanjacobos tal vez,
o, quizá, unos flamenquines,
o ciertos callos caínes.
Toda esa exquisitez
que te alimenta, sospecho,
son bacterias al acecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario