Por ser vicepresidente
te la tendrás que envainar
cuando, a la voz de ¡ar!,
Bruselas corte cruelmente
la cabellera vigente
que tanto sirvió de alarde,
y yo digo que no tardes,
entrega al fígaro artero
potestad sobre tus cueros,
que la cosa está que arde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario