del Arcipreste de Hita,
en los lances de Afrodita,
que provocan gran contento,
los curas están atentos
a recrecer la adicción
con la sacra prohibición
del sexo, lo que provoca
una praxis más barroca
en la amatoria afición,
y no un simple acto gimnástico,
sin morbo, casi de plástico.
(A AMSP)
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