Por más que el rumor se acalle,
quieren echar a la calle
a Cayetana, o que calle,
porque la de estrecho talle
no se percata en su engalle
de un minúsculo detalle:
quedan tres años de valle
de lágrimas y amuralle,
no tiene pinta que estalle
el Gobierno, o se desmaye,
y, tal vez, el vasallaje
de Ysabel, Pablo soslaye.
(En nombre del tiempo aquél
veo en Cayetana a Ysabel).
No hay comentarios:
Publicar un comentario